“…Y no recordaré más su pecado” (Jr 31, 34) Con estas palabras concluye la primera lectura. Qué dulzura dejan en nuestro corazón. Qué libertad originan. Qué esperanza de lograrlo. El
Despertar el anhelo del mar “Si quieres construir un barco, no debes empezar buscando madera, cortando tablas o distribuyendo trabajo, sino que primero debes despertar en los hombres el anhelo
¿Evangelizar, está mal? Nuestro cariño por vosotros era tan grande, que estábamos decididos a daros, no sólo el evangelio de Dios, sino incluso nuestras propias vidas”. (1 Té, 2, 8).
Somos católicos. Ha llegado la Santa Cuaresma. Es un tiempo único de gracia y purificación. Nada de medias tintas. Entramos con gran ánimo y liberalidad (Ejercicios Espirituales, 5). Es un