Si no estás inflamado,
no puedes prender fuego

“He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cómo quisiera que ya estuviera encendida!” (Lc 12, 49). Hay un fuego de fundidor que sale del Corazón divino, cada vez que comulgamos, cada vez que decimos Venid Santo Espíritu, del cielo a nuestro pecho. Este fuego purifica, enciende, transforma, eleva. Es el fuego de la Pascua, el fuego de la gracia que brota de la presencia del Señor Resucitado. “¡Cómo deseaba comer con vosotros esta cena pascual antes de mi pasión!” (Lc 22, 15): con corazón ardiente Cristo instituyó el Santísimo Sacramento, y en Él se hace presente realmente, verdaderamente, sustancialmente (Catecismo núm. 1374). ¡Nada de presencia imaginaria, nada de meramente un signo, y nada de pan! ¡Es el Cuerpo de Cristo! Corazón ardiente de Cristo que quiere encender el nuestro! Quiere avivarlo, quiere derrotar a nuestro hielo, pecado y somnolencia, arbolar nuestra esperanza, inflamar nuestra caridad. Este domingo a las 19:45 h. saldrá a encender las calles de St. Andreu de Llavaneres, manos y humilde en la Procesión del Corpus. Exaltamos a nuestro Rey y Señor. ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento!

Vuestro Parroco.